viernes, 2 de enero de 2009

Adiós, Leopoldo, camarada anarquista y socialista


Por: A.M.

Este verano pasado, en agosto, murió Leopoldo García Ortega. Tenía 91 mi camarada, y más tendría si optara por llevar una vida menos apaleada que la que exigía la lucha contra el régimen del Generalísimo…en las mazmorras húmedas e insanas que eran los cuarteles ocultos antifranquistas, donde apenas la luz nos visitaba, las estancias olían a pasquín mal impreso de tinta corrida y fresca; a humo y pavas de algún Celtas corto apagado en una concha de vieira, cuando los que estábamos en ello se contaban con los dedos de una mano, y nos sobraba algún que otro apéndice.

Mi amigo Leopoldo, un tipo honesto, consecuente y bueno, había militado en la posguerra en el sindicato anarquista CNT, para posteriormente hacerlo en la UGT, es pieza fundamental para entender en qué consistió la resistencia antifranquista en Vigo. Conoció la cárcel y el exilio. Trabajó en la fábrica “Viguetas Orte” y fue fundador de un colegio “progre”, de nombre “Curros Enriquez”, cerca de Peinador.

Leopoldo fue rara avis en un mundo y una ciudad donde se hace sitio con facilidad a los advenedizos que nunca quieren que les recuerdes que entonces ellos no estaban. Tú has movido el árbol y otros recogen las nueces, camarada.

Leopoldo llegó a Vigo en 1955 procedente de Valladolid. A partir del 68 empezó sus andanzas, junto con Paco Osorno, Tito Gómez Giráldez, Vaquero, …, y posteriormente con la incorporación de Manolo Espárrago, Indalecio Tizón,…y uno mismo, y con Fran López Peña (“Julián”) en La Coruña, éramos los únicos socialistas organizados que tenía el PSOE en Galicia. Otros lo hacían desde PSG, de Beiras; y el Movimiento Socialista de Galicia, de los Álvarez Gándara.

En realidad desde los 60 los que dieron la cara aquí, se la partieron y sufrieron la represión más cruda, fueron los militantes del Partido Comunista y de CCOO: Waldino; Carlos Barros; Carlos Núñez; Eduardo de Vulcano…recuerdo alguna cena en un mesón en Sárdoma, donde se hablaba de información sobre decisiones del gobierno de Arias Navarro, y luego se pasaba estos datos a periodistas afines. Tampoco hay que olvidar a gente de aquella época como Carlos “el negro”; Camilo Nogueira, Paco Bello; Vaqueriza; Juan Benavides: Isidro Gómez….u otros más radicales como Hierro; Abelardo; Moncho; Anxo; Pousada, y toda esa gente que protagonizaba la resistencia más fuerte al régimen del dictador desde organizaciones aparte de las mencionadas como XXCC, OO, PCE, etcétera. También existieron mujeres dentro de estos movimientos que resultaron claves a la hora de entender este mosaico de la clandestinidad política de incuestionable relevancia en aquel Vigo, como Mara, que trabajaba en Álvarez; Pilar, en Dreslock; Loli Míguez, que vivía en Coia y trabajaba en La Artística; Aurora Pereira, de la Metalúrgica; Pilar Novoa y otras de las que guardamos recuerdos muy presentes, como aquella manifestación en el Calvario donde nos cosieron a palos.

Con el paso del tiempo, creo que los fallos de Leopoldo y los camaradas que le rodeábamos, fue no querer conformar la Plataforma de Convergencia Democrática que impulsaba en España Felipe González, “Isidoro” entonces. Mientras, en Viana do Castelo, se constituía en Marzo de 1975 la Xunta Democrática de Galicia, que impulsaba el PC, a la que se unían partido como el MSG; el PSP, de Bahíllo y Jorge Parada; el LCR, donde estaba Carlos Príncipe; o el PCG, cuyo Secretario General, Santiago Álvarez, asistía a la reunión mencionada del Hotel do Parque Viana do Castelo. El resto de la oposición democrática en Galicia se aglutinaba en torno a “Táboa das Forzas Políticas, de Beiras; y la Xunta Democrática, donde además de partidos y organizaciones tenían cabida a título individual miembros como Valentín Paz Andrade.

Luego desfilaron por el PSOE y la UGT gente como Katy Kastell, que vivía encima del Bar León; Rosa Conde; el director bancario, Eloy Isorna; Pepe Torea; Bakelita…y entre otros, Manuel Soto, a la postre alcalde de Vigo, que se hace con el número 8 en el carnet saltándose la cola con artimañas; y a la postre otro alcalde, Carlos Príncipe, que tomó el bastón de mando autoproclamándose o proclamándole hijo político del ínclito Soto.

Y esta es la historia del PSOE vigués, donde brilla con luz muy propia Leopoldo, mi amigo y camarada, anarquista, socialista y hombre que movió, y bien que lo hizo, el nogal del régimen dictatorial…, apoyado siempre por Paco Osorno y Tito Giráldez, la nueces fueron y son cosa de otros. Hoy te recuerdo desde aquí. ¡Un abrazo, amigo!

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